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miércoles, 19 de junio de 2013

Otra agenda para el empleo es necesaria

La “agenda política” de nuestro país, protagonizada desde hace meses por los socialistas, trata de dar prioridad a un Pacto con el Gobierno del PP para “presionar” conjuntamente ante la próxima Cumbre de la UE (27 y 28 de Junio) para que la UE reoriente su política de austeridad y conseguir mayores recursos económicos para España: Estímulos y financiación para las PYMES; Plan de Empleo Juvenil (“Garantía Juvenil”)… además de mayor seguridad para el Sistema Financiero Europeo (acelerando la Unión Bancaria). A ello se vienen dedicando múltiples reuniones PP-PSOE (aquí y en París, Bruselas…) con discutibles resultados políticos, dada la “carrera de protagonismo mediático” que ambos partidos pretenden. Por ejemplo la reunión sobre empleo juvenil  entre Ministros de Economía y Empleo (Alemania, Italia, Francia y España), del pasado 15 de Junio en Roma, no han dado los resultados esperados, “frustrante cumbre”, según Joaquín Estefanía (EL PAIS, 17 junio de 2013).
Por otra parte, el Pacto de Crecimiento y Empleo para 2012-13 de la UE, si lo revisamos a fondo, prácticamente está en la misma situación que se aprobó en la anterior Cumbre de Junio 2012. Bastaría con retomarlo con verdadera voluntad política para salir del actual “agujero de recesión y paro”. Demuestra la parálisis de la Comisión, subordinada a la “hegemonía alemana”, con recomendaciones permanentes a los “países del Sur” en la línea de los recortes sociales y de las reformas neoliberales que tratan de “adelgazar” el Estado de Bienestar, alejándonos cada día más del “modelo (patrimonio) social europeo” que tanto ha costado construir a las generaciones pasadas.
Se trataría de poner fin a las políticas de ajuste que, después de tres años de fuertes recortes sociales, bajos salarios…, solo han producido recesión (desempleo), desigualdad y más pobreza. En nuestro país, el desempleo es histórico; el déficit sigue sin bajar sustancialmente; aumenta la deuda… Pero, ¿se pretende apostar por un cambio de modelo productivo que permita poner fin a la competitividad basada en bajos salarios y condiciones laborales precarias? ¿Se trata de una verdadera actitud de cambio de políticas (tambien nacional) o una acción “limitada” a conseguir más recursos de la UE?
Por el contrario, frente a esta “agenda de connivencia” (por diferentes razones internas, tanto para Rubalcaba como para Rajoy), el PSOE y la Izquierda Plural deberían concentrar sus fuerzas ante los Socialistas Europeos (PSE) y otros partidos progresistas europeos. Se debería realizar una verdadera ofensiva política, con alternativas a la fracasada política de austeridad de la UE y retomando las políticas de estímulos al crecimiento, a la creación de empleo (relanzando un “Plan “Marshall” para Europa, como pide la CES); a acelerar las reformas necesarias ante el BCE/BEI para que fluya el crédito, se consolide la Unión Bancaria y se avance de forma decidida hacia la unión económica y fiscal (incluida la eliminación de los Paraísos Fiscales y la implantación del Impuesto sobre Transacciones Financieras (ITF); además de un Plan contra la Pobreza y la exclusión social, entre otras medidas.
Este proceso no sólo acumularía más fuerzas (Partidos Progresistas, Sindicatos, Parlamento Europeo…) ante la actual deriva neoliberal de la Comisión, sino que actuaría al interior de los “países del Norte” (más allá del “paternalismo culpable” reciente de Alemania) como elemento político de debate/denuncia del modelo de UE, segmentado, desequilibrado, que se está consolidando, cada vez más alejado del que la mayoría de europeos aspiramos, después de una larga historia de guerras y desencuentros. Además, se ganaría en credibilidad y legitimidad ante el próximo proceso de Elecciones Europeas (Mayo 2014).
Pero, sobre todo, se debe proceder en España, de forma coherente con el “cambio de rumbo” en la política económica y social que se demanda de las instituciones comunitarias (que hasta el propio Rajoy/PP van asumiendo “disimuladamente”), a una urgente reactivación de la economía (“Plan de Choque”), abandonando las políticas de austeridad y antisociales practicadas, en torno a las diferentes alternativas que concitan “consenso” político y social, especialmente la propuesta realizada por UGT y CCOO a Rajoy el pasado 16 de mayo: Canalización urgente del crédito hacia las PYMES y la economía productiva a través de los Bancos/Cajas nacionalizadas, además del ICO que debe actuar con mayor eficacia; apostar por la I+D+i; recuperar y rediseñar las políticas Activas de Empleo abandonadas; fortalecer la Formación Profesional que viene funcionando en torno a nuestro Sistema Nacional de Cualificaciones, pensando no sólo en el paro juvenil más dramático (en torno a 900.000 jóvenes), sino también antes el paro de larga duración de mayores de 45 años (más de dos millones de personas);reconocimiento de la experiencia profesional; Escuelas Taller y Casas de Oficios (formación dual) a jóvenes “ni-ni”… además de un Plan contra la Pobreza y la exclusión social: niños, personas mayores, emigrantes…
Actuar de forma decidida con “otra agenda” (con otras políticas y otro escenario con otros actores) conllevaría apoyar en el Parlamento lo que es un clamor en la calle: poner el empleo de calidad como principal preocupación de forma que se evite que nuestro país, además del deterioro económico, se consolide el deterioro social que nos sitúe ante un “bloqueo” institucional, generacional y político que prolongaría la desesperanza y el sufrimiento de nuestros ciudadanos de hoy y, sobre todo, de nuestras generaciones venideras.

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